viernes, 13 de abril de 2012

Desmitificando las raíces. Ejemplos de explotación de clase en la Andalucía de mayoría musulmana (siglos VIII-XV del CC*)

*Calendario Cristiano

Bismilahi rahmani rahim."No es oro todo lo que reluce" es un adagio que muy bien podría haber titulado o subtitulado este texto de opinión y reflexión, y es que desde hace tiempo -demasiado-, muchos sectores que han examinado y buscado contribuir en la Historiografía de Andalucía y su Pueblo han destacado sin reparos los grandes avances, logros y mejoras de la Civilización Andaluza que conoció el mundo entre los siglos VIII y XV -mal llamada andalusí-, pero han olvidado muy a menudo una parte principal, origen en muchos casos de tal esplendor: los trabajadores; hombres y mujeres obligados a vender o ceder su fuerza, su destreza y su tiempo, o lo que es lo mismo, su vida, a cambio de un jornal.

Llegados a éste punto, y en referencia al título, paso a compartir en extracto algunos pasajes del Kitab al Filaha, o Tratado de Agricultura, compilación sobre temas agrícolas de la Andalucía de mayoría musulmana, y en las que se pone en evidencia el trato que los "hacendados" (propietarios) dan a los trabajadores del campo, desde su dirección o a través de manijeros. Dicen así:

"Cuando el propietario regenta sus bienes […] debe ser […].., práctico, autoritario con los jornaleros,…"

"No les trata con excesiva benevolencia [el hacendado/propietario], imparte pronta justicia en sus asuntos y necesidades, les concede tiempo [a los jornaleros], observa su trabajo y les castiga si no hacen nada en su ausencia;"

"Escucha [el hacendado/propietario] solamente las palabras de quien considera los comprende,…"

"Tras la labor mal efectuada, habrá de incorporarse [de nuevo a la labor] alguien que se presente como un trabajador infatigable que pueda reparar el daño."

Tales consejos, de carácter cercano a lo maquiavélico, nos recuerdan a tiempos en los que el hombre podía ser propiedad de otro hombre en su forma más radical: la servidumbre o la esclavitud, antiguamente generalizadas. Vemos también como se castiga la supuesta holgazanería y se premia la actitud servil, algo muy propio en una conducta autoritaria, todo ello en un contexto en el cual la mayoría de la población era musulmana, desde las clases populares hasta las clases dominantes.

No es nuevo comprobar que formas de opresión de clase, principalmente feudalistas o cercanas a éste, y la propia esclavitud, existían en esa Andalucía de mayoría musulmana y el resto de la Ummah, aunque de forma no sistemática como en los reinos cristianos, si en zonas de frontera con éstos o en núcleos concretos repartidos por la geografía andaluza e islámica en relación a su situación socio-económica. Tras la conquista de nuestro país por parte de las coronas cristianas peninsulares en colaboración con la Iglesia Católica, el sistema feudal se generalizará -junto con la esclavitud- hasta devenir en la forma capitalista actual.

El Kitab al Filaha nos ha enseñado sólo algunos indicios, pero hay muchas más pistas aparte de unas severas sugerencias a la hora de dirigir una cuadrilla de jornaleros ¡el problema de la propiedad de la tierra en Andalucía no comenzó con aquella conquista! Sólo se agravó hasta hacerse estructural; comenzó mucho antes de que los felah mengus, los campesinos sin tierra de los que hablara Blas Infante, pasearan su hambre por este país conquistado. Probablemente si investigamos sólo un poco nos encontraremos con más evidencias, que nos llevarán aun más atrás en el tiempo…

El que alza el látigo contra sus semejantes no tiene lugar en la Ummah


Como trabajador andaluz he querido intervenir en lo que me parece un vacío en nuestra Historia como Pueblo, antiguamente libre, y señalar que la opulencia que a menudo se destaca no es sino un signo que evidencia una desigualdad, las más de las veces.

Insisto ahora en mi condición de musulmán en señalar a aquellos que desde mi país o tierras lejanas, incluida la Ummah, fomentan lo superficial de la materia y quienes ven en ella la cúspide de la obra de los seguidores del Corán, de Muhammad Rasulullah -la paz sea con él- y de todos los profetas. Nunca deberíamos olvidar que la primera mezquita tenía las paredes de adobe y un techo de hojas de palmera, y que cambiar ese barro por mármol y ese forraje por metal quizá no nos acerque más a nuestra meta.

"Los que se benefician de la ribâ* se levantarán como si el Shaytan los hubiera enloquecido con su toque. Pues ellos dicen: "Ciertamente, el mercado es igual que la ribâ". Pero Allah ha permitido el mercado y ha prohíbido la ribâ.
 
Corán, Sura Al Baqara (Azora de La Vaca), Aya 275

*Ribâ es traducido habitualmente como "usura".


¡Que la paz sea con todos este al-yumua 21 de yumada al-awal!







Iskander el Islam para Asabiyyah CMA

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